martes, 15 de junio de 2010

Salvatierra, Guanajuato. Cabeza número 23.

La Cabeza de Águila número 21, (solo nos faltan 239 por localizar) se encuentra en el centro de la ciudad de Salvatierra, frente a lo que fue hace 50 años, cuando se instaló, el Cine Rex. A un par de cuadras del Jardín Principal y otro tanto del Convento del Carmen.


En uno de los sitios electrónicos que promueven la Ruta de Hidalgo menciona algo sobre Salvatierra que se antoja bastante cuestionable: “12 Octubre 1810. Miguel Hidalgo pasa por Salvatierra con su ejército rumbo a Acámbaro, se quedó a pernoctar esa noche en el mesón de La Luz; Sebastián de la Fuente, comisario del Santo Oficio y capellán de Capuchinas, lo acusó de llevar una amasia apodada “Natera” anécdota poco conocida”. (1) No menciona la fuente de donde obtuvo esta “poco conocida anécdota” pero recuerdo haberla leído en otro lugar…


El cronista de Salvatierra, Miguel alejo López la menciona, en este caso tenemos ya una fuente confiable, pero la duda sigue, ya que se comienza a tejer una confusión con el lugar en que, según varios historiadores, apareció en realidad el personaje. “Existen versiones de algunos historiadores que afirman que Hidalgo no estuvo en Salvatierra, los que estuvieron y se alojaron aquí fueron algunos jefes insurgentes. Otros, no mencionan ni siquiera a la ciudad en la ruta del libertador. Al respecto, existe documentación en autos del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, en donde el comisario del tribunal en Salvatierra y capellán del convento de Capuchinas, Pbro. Sebastián Benito de la Fuente y Vidal, acusó al caudillo de traer en su compañía a su amasia apodada Natera, con quien habría llegado a Salvatierra y la había hecho hospedar en la casa del Dr. Mariano Servín de la Mora, mientras él pernoctaba en el mesón de la Luz. Todo hace suponer que estas acusaciones tuvieron repercusiones, pues para el año de 1811, el Pbro. De la Fuente y Vidal avisó al tribunal que se encontraba radicado en la ciudad de Querétaro, por la gran cantidad de insurgentes que pasaban por Salvatierra procedentes de Acámbaro y Valladolid, y dijo temer por su vida”. (2)


La referencia que en Salvatierra hacen sobre ella, “la misteriosa mujer que viajaba en una diligencia con las cortinillas corridas” nos va conduciendo a un personaje que, en algún momento de la historia local salvaterrense se la adjudican como propia, siendo que, en la historia, su aparición es en Guadalajara. “Misteriosa joven que acompañaba a Hidalgo en los primeros días de la lucha por la Independencia en 1810. El jefe insurgente entró con ella en Guadalajara y allí quedo después de la batalla del Puente de Calderón el 17 de enero de 1811, que representó para los insurgentes que iniciaron el movimiento, el principio del fin”. (3). En efecto, nos estamos refiriendo a María Luisa Gamba, “La Fernandita”.


En 1960, dentro de las publicaciones que con motivo del sesquicentenario del inicio de la guerra de Independencia se publicaron, hubo una, interesante de principio a fin, escrita por Fernando Benítez, en ella leo en la página 127 que “Los historiadores no han logrado aclarar ese misterio. Unos –los partidarios de Hidalgo- afirman que era la hija de un prisionero español a quien el cura prometió liberar y por eso viajaba en el cortejo disfrazada de hombre “a efecto de evitar el escándalo”, y otros, sus enemigos, afirman en cambio, que esa misteriosa muchacha fue uno de los amoríos del Libertador. De cualquier modo, el pueblo, tan crédulo, tan imaginativo y supersticioso, creyó ven en esa joven al desdichado rey Fernando que perseguido por los crueles franceses venía a buscar la protección de Hidalgo y desde entonces, la muchacha viajera, anda por la leyenda en su coche de cortinillas bajadas rodeada de lanceros y bautizada con el nombre de La Fernandito. (4) Nota, Benítez la menciona con “o” al final.


En otro libro, Felipe Sevilla del Río se va a profundidad en la historia de “la misteriosa mujer”: “Capturada por los realistas y sujeta a proceso por sus conexiones con los rebeldes Insurgentes, declaró ante sus jueces llamarse María Luisa Gamba, y ser la causa de su desgracia el tratar de encontrar a su padre perdido en medio de aquella catástrofe revolucionaria. Misteriosa y desconocida como era su procedencia, las autoridades no daban crédito a las declaraciones de la muchacha. Ella confesó ser originaria de Valladolid, Michoacán, y señaló nombres de personas influyentes que allí la conocían desde niña y que a una indicación de los jueces podrían traer copia de su be de bautismo. La procesada, no obstante haberla recluido sus enemigos en la cárcel de Recogidas, demostró en su adversidad enorme prudencia, sensatez y fina educación. Para septiembre de 1811 hallábase libre y según se sabe, al poco tiempo casó en Guadalajara con un empleado de la Casa de Monedas, radicándose definitivamente en dicha ciudad”. (5)


Y continúa esta interesantísima búsqueda… “el proceso de la llamada Fernandita se archivó, y a quienes tocó en suerte historiar este curioso suceso no les pareció importante detallarlo con minuciosidad, conformándose con asentar lo que de oídas o por tradición se declaraba, quedando así en la historia nuestra heroína anónima solo con su mote, y como supuesta amante, ahijada o hija de Hidalgo, hasta que en 1917 el literato tapatío don Manuel Puga y Acal publicó en el diario El Universal de México, un bien documentado artículo sobre la Fernandita, basado en las noticias que sobre el caso halló en los archivos del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, descubriendo que, conforme a lo declarado por ella misma en su proceso de 1811, Mariana Gamba era hija legítima del europeo don Luis Gamba González ejecutado en las degollinas insurgentes) y de doña Antonia Pérez Sudayra que fueron vecinos de Valladolid, Michoacán, en 1810”. (6)


La historia llega a feliz término. “Y aquí a este punto el caso de la Fernandita empieza a formar parte de la historia particular de Colima, porque Mariana Gamba Sudayra había nacido no en Valladolid como ella suponía, sino en la villa de Colima donde don Luis Gamba ocupó el lugar de Primer Subdelegado”. (7)


Habrá que mencionar varias cosas sobre Salvatierra, una que hubo varios héroes locales que se unieron al movimiento independentista, “Fueron tres salvaterrenses los que en estas primeras acciones se incorporaron a la lucha armada: el brigadier Miguel Sánchez, el capitán Ignacio Centeno, y el Pbro. Mariano Abad y Cuadra”. (8), que tres años más tarde hubo una importante batalla ocurrida en el puente de Batanes, donde fueron fusilados muchos insurgentes, cosa que le valió un ascenso a Agustín de Iturbide, el que luego fuera Emperador de México. Y por último tenemos que agregar que, en el propio sitio del Ayuntamiento, el Cronista de la ciudad nos deja la duda, muy prudente del paso de la Natera o La Fernandita por Salvatierra (9)


Fuentes:


1.- http://www.trotamexico.com/es/articulo/guanajuato/salvatierra/cultura/sectur/ruta-2010-ruta-de-hidalgo/


2.- Miguel Alejo López. Cronista de la Ciudad de San Andrés de Salvatierra en el sitio oficial del H. Ayuntamiento de Salvatierra.

http://salvatierra.guanajuato.gob.mx


3.- Tovar Ramírez, Aurora. 1500 mujeres en nuestra conciencia colectiva: Catálogo biográfico de mujeres en México. México, DEMAC (Documentación y Estudios de Mujeres A. C.) 1996.


4.- Benítez Fernando. La ruta de la libertad. Editorial Offset. México, 1982.


5.- Sevilla del Río, Felipe. Prosas literarias e históricas. Universidad de Colima. Colima, 2005.


6.- Ibid.


7.- Ibid


8.- Miguel Alejo López.


9.- Verdad o mentira de La Fernandita en su paso por Salvatierra

http://salvatierra.guanajuato.gob.mx/literaturas.html


Otra versión aquí:

http://arcadiasalvaterrense.blogspot.com/2009/10/la-otra-historia-fantasia-por-miguel.html



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